Sergio Ventura Muñoz
Javier Iglesias Andrés
1.- SITUACIÓN GEOGRÁFICA
Comarca: La Armuña
Situación: limita
· Al Norte con Valverdón y Castellanos de Villiquera.
· Al Este con Villares de la Reina.
· Al Sur con Salamanca.
· Al Oeste con Doñinos de Salamanca, Carrascal de Barregas y Florida de Liébana
Distancia a Salamanca: 4 km.
Superficie: 16 km2.
Altitud: 782 m. sobre el nivel del mar.
Población: 5101 habitantes.
2.- HISTORIA
La Armuña, en contacto con las tierras del Campo de Salamanca de las que se encuentra separada por el oeste por el río Tormes. El municipio se asienta a ambos lados de la calzada de Salamanca a Ledesma. De orígenes remotos, se constata la presencia de un castro de época prerromana en el Teso de San Miguel, hasta donde se desviaría la calzada romana tras abandonar el pueblo, confirmando el poblamiento continuado del castro.
Villamayor ocupa el extremo más meridional de la comarca de
Muy renombrada por hallarse en su término las canteras de las que se extrae la inigualable piedra arenisca, fina y dorada, con la que se han levantado durante siglos los más insignes monumentos de Salamanca y su provincia y que sigue siendo muy apreciada en la actualidad. La proximidad de las canteras y la facilidad en su labrado hizo que fuese elegida por los artistas para dejar plasmadas sus obras.
Parece ser que desde la Edad Media los canteros salmantinos tuvieron ocasión de demostrar su buen hacer con esta piedra y desde distintos puntos de Galicia y Portugal se interesaron por ella.
En el casco urbano sobresale la iglesia parroquial de San Miguel, levantada en el siglo XII, aunque reformada posteriormente en los siglos XVI y XVIII. De su construcción originaria conserva el tramo occidental y el muro norte en el que se abre una sencilla portada románica con canecillos. En el interior llama la atención el retablo mayor, labrado en piedra del lugar, en 1776 por Miguel Martínez y animado con esculturas de Fernando Gabilán Sierra, a quién también se debe la imagen del titular que ocupa la hornacina de la portada. Todavía conserva el tornavoz del púlpito.
La Bajadade la Virgen, en la que participan los quintos del año. El atractivo de la celebración se centra en la introducción en el templo de un árbol ricamente adornado con cintas y frutas y en el sistema de ascenso y bajada de Nuestra Señora de los Remedios por un complejo mecanismo.
Curiosa celebración tiene lugar el domingo siguiente al Jueves de Ascensión, denominada La Bajada de la Virgen, en la que participan los quintos del año. El atractivo de la celebración se centra en la introducción en el templo de un árbol ricamente adornado con cintas y frutas y en el sistema de ascenso y bajada de Nuestra Señora de los Remedios por un complejo mecanismo.
3.- ECONOMÍA
La riqueza natural de Villamayor se asienta principalmente en la agricultura de secano y en las explotaciones ganaderas. Predomina el cultivo de trigo, cebada y lenteja; en los últimos años también el girasol .
La superficie de regadío alcanza sólo el 2% de la superficie total cultivada.
También destacan las explotaciones de las canteras de piedra franca, que se utiliza principalmente para la construcción.
Dado el crecimiento de los últimos años han surgido en la localidad diversos negocios, principalmente relacionados con el comercio ( fruterías, pescadería, carnicerías, farmacia,…).
4.-NUESTRA PIEDRA
La ciudad de Salamanca, al menos en lo que se refiere a su aspecto arquitectónico, se caracteriza por su colorido, por el tono dorado que dan a sus calles las construcciones realizadas con piedra de las cercanas canteras de Villamayor. Esta piedra varía constantemente de colorido según la fuerza del sol, por lo que se dice que Salamanca cambia de cara a lo largo del día y con las estaciones. El museo arquitectónico que hoy es Salamanca ha sido posible, en parte, gracias a esta arenisca con la que están construidos los edificios salmantinos, que en el momento de su extracción es blanda, aunque con el tiempo endurece y se hace resistente. Fue esta cualidad la que permitió que en Salamanca se desarrollara el llamado estilo plateresco, caracterizado por las filigranas de sus obras.
La vulnerabilidad de esta arenisca frente a la humedad, causa fundamental de su alteración, hace que pierda sus características resistentes. Cuando el arquitecto ha sabido proteger sus obras contra las acciones agresivas, esta piedra ha resistido incólume el paso del tiempo. Actualmente se utiliza básicamente para la edificación de fachadas, piezas escultóricas y restauraciones de monumentos.
Las piezas empleadas son muy variadas, aunque las más extendidas son las rectangulares de 10-12 cm de grosor con acabado raspado, su precio aproximado es de 90,15 €/m². Villamayor en una piedra muy agradable a la vista. Los expertos señalan que sus tonos son infinitos. Entre ellos destacan los ocres, rojizos, rosas o amarillos. Otro de los aspectos que llama la atención de esta arenisca es su enorme porosidad, igual que coge la humedad, la desprende. La Arenisca de Villamayor o Piedra Franca (Salamanca) es de sobra conocida por ser el material constructivo que ha dado ese cálido aire monumental que tiene la capital salmantina.
Los canteros lo que más resaltan de la piedra franca es la facilidad con la que se puede tallar y el partido que se le puede sacar debido a la finura de su grano. Pero a pesar de ser una piedra aparentemente frágil, es también una piedra de gran dureza, que permite cualquier tipo de trepanación, encaje o calado. También destacan su suavidad, su finura y su color. Es probablemente esta última característica la que convierte a la arenisca de Villamayor en una piedra muy agradable a la vista. Los expertos señalan que sus tonos son infinitos. Entre ellos destacan los ocres, rojizos, rosas o amarillos. Otro de los aspectos que llama la atención de esta arenisca es su enorme porosidad, igual que coge la humedad, la desprende. La Arenisca de Villamayor o Piedra Franca (Salamanca) es de sobra conocida por ser el material constructivo que ha dado ese cálido aire monumental que tiene la capital salmantina.
5.-FIESTAS
Las fiestas de Villamayor suelen celebrarse, la grande, a finales del mes de mayo (alrededor del 25 de
mayo, aunque son movibles y corresponden con el fin de semana 40 días después del
Domingo de Resurrección), y la pequeña, el día 15 de agosto, celebrándose el día de Nuestra
Señora. Suelen desarrollarse durante cuatro días, desde el viernes hasta el lunes, aunque los actos
religiosos comienzan el jueves de la semana anterior con la Bajada de la Virgen, y terminan
el martes después de las fiestas con la Subida de la Virgen.
Dentro de lo que son los actos más destacados en las fiestas podemos señalar las verbenas que se celebran en la noches del viernes al lunes, los actos deportivos, en ocasiones una novillada picada el sábado, juegos para las peñas (normalmente el domingo), la chocolatada del lunes por la mañana y las vaquillas del lunes por la tarde.
Las fiestas en Villamayor tienen una protagonista indiscutible: Nuestra Señora de los Remedios. Ella ha inspirado la voz de poetas como Nicomedes de Castro, Medes. Los actos que se celebran en nuestras fiestas, tradicionalmente, Bajada, Ramo, Procesión, cobran sentido si escuchamos con atención la voz de nuestro poeta local cuando alude con fervor a la Virgen de los Remedios.
La Bajada de la Virgen se produce desde tiempos remotos. Según la tradición, por las fiestas de Mayo los quintos del año cortan una rama grande de negrillo, "el ramo", (en los últimos tiempos de aliso) que el sábado por la tarde llevan a la Iglesia y adornan con naranjas y limones, como símbolo de lo bueno y lo malo acaecido en el año. También llevan las cintas bordadas típicas de su condición de quintos.
El ramo así aderezado queda en la Iglesia hasta el día -siempre martes- en el que la Virgen sube de nuevo a su Camerín. Si preguntamos por el origen y significado de esta tradición, nadie acierta a dar con una respuesta clara, tal vez porque es costumbre que se pierde en lo oscuro del tiempo. Entre las opiniones que hemos escuchado, quizá ésta sea la más hermosa y verosímil: “del mismo modo que en la víspera de la fiesta los mozos adornaban las rejas de sus novias con un ramo engalanado, son los quintos, en representación de la juventud del pueblo, quienes ofrecen el ramo más grande y mejor adornado a quien consideran la Reina de su corazón, la Virgen de los Remedios”.